Reflexiones de una anticuaria

Los valores, la ética y la moral, se definen en cada persona y definen a la persona.

Mis valores, mi ética y mi moral, señores, han quedado en el olvido.

Hoy en día, con tanta independencia, tanto enriquecimiento personal, tanta autonomía, tanto creer en uno mismo, en ser únicos y auténticos. Se nos ha olvidado lo bonito del amor.

Vivimos en una sociedad en la que todos, UNO a UNO, buscamos la felicidad... y si no somos felices, rompemos matrimonios, ponemos km con la familia, dejamos trabajos, rompemos lazos y relaciones en busca de NUESTRA FELICIDAD y BIENESTAR.

Y creo honestamente, que nos equivocamos.

Nos hemos cegado en busca de nuestra felicidad y hemos dejado al lado el significado y la importancia de los valores.
El significado de AMISTAD, ha quedado relegado a aquellas personas con las que quedas para hacer cosas fuera del trabajo.
El significado de tiempo libre se ha quedado en aquel tiempo que tengo que llenar con cosas para mi: MI TIEMPO, MI ESPACIO, mi, mi, mi...
El significado del AMOR, se ha diluido en nada... No creemos en el amor, creemos en el ahora y en disfrutar del momento. Hemos dejado al lado el cuidado del otro, el respeto por el otro, el diálogo del amor se ha silenciado.
Se ha eliminado el compromiso de nuestro vocabulario diario, nadie quiere ataduras... solo hablamos de nuestra libertad y de nuestra felicidad.

Y a mi alrededor veo como todo el mundo es capaz de pasar tiempo con alguien sin sentirlo. Somos capaces de hacer el amor sin sentir amor, abrazar porque toca y tener amigos para no estar solos.

Tenemos toda la libertad del mundo para SENTIR y no la aprovechamos.
Y me da pena, ver como nosotros, hijos de personas que pasaron años sin libertad, pasando por el aro de una sociedad rígida y prieta ... nos vemos perdidos en un precioso prado olvidando aquello que nos define.

 

Yo no sé hacer el amor, sin amor. No se besar, no se abrazar sin sentir.