domingo, 13 de diciembre de 2015

Asín soy

Lentejas, el origen.



No he crecido en un piso, nunca he sabido llamar y hablar con un interfono. Me cuesta horrores acordarme de si era primero segunda, primero tercera, escalera A o B. (y es raro, hablas por un rallador de cebolla y te deja entrar emitiendo un: MEEEEEEG!)

Tampoco me he criado en una casa adosada, no he sabido lo que era escuchar la cotidianidad del vecino.(entiéndase cotidianidad como gritos, gemidos, ruidos varios en horas intempestivas...)

He crecido en una casa sola, apartada, a cinco minutos del primer vecino, que daba la casualidad que era mi abuela.

En un hogar construido por mi familia. Donde cada escalón, barandilla y pared tienen una historia que contar.Por ejemplo la barandilla está, a consecuencia de que, servidora, se cayera y se diera un buen porrazo con tres años.


No sé lo que es bajar a la placeta a jugar, pero tengo el honor de tener un montón de rincones en los que vivido aventuras inolvidables. Yo solita he descubierto ruinas, atrevasado selvas, escalado montañas…

Detrás del garaje hay una pared (que no llega a los dos metros) por la cual escalaba con mosquetones que quitaba a las correa de los perros y cuerdas viejas del garaje. Me parecía que subía montañas altísimas, incluso tenía una bolsita con magnesio (tiza de colores rallada, que era muy cuqui).

También hay un algarrobo, con mis iniciales (de ahí se desprende de que sea MI GARROFERO), al cual me subía mientras mi padre trabajaba en el campo. Allí arriba (a metro y medio del suelo) me creía la “niña invisible” y jugaba a llamar a mi perrita mientras ella intentaba encontrarme.

Luego crecí, pero mi hogar seguía tan verde e  iluminado como antes. Ya no me subía a los árboles ni escalaba con tiza. Pero tenía mi rincón, donde nadie me veía, allí, en el bosque, escondía todas las cartas de amor que era incapaz de enviar.

Y asín (esta aceptado por la RAE, hora solo nos faltan que acepten "asine" y "tontoelpijo" y mi familia tendrá una cátedra)  he crecido yo. Sin playstation, sin juegos de mesa, sin paredes…. Dónde no exista el:

-          “Perdona tenía el móvil en silencio”….o “el no tenia cobertura”.

Allí, el grito y el “vocío” eran universal. Sin excusas. Estuvieses donde estuvieses, el grito llegaba.

-    
En cada estación jugaba a un juego diferente. El verano, era tiempo de descubrimientos, de noches plagadas de ruidos a reconocer. El otoño para pasear y aprender sobre setas, hojas, rastros… el invierno para pisar charcos, abrigarme como si fuera al polo norte, y con suerte, ver como cambiaba el paisaje de mi montaña con un manto blanco de nieve.  La primavera estaba llena de juegos con animalitos, perseguir mariposas, descubrir nidos… ver crecer los campos.



Y aquí me tenéis, sin mi rincón, sin mi garrofero (otra palabra que esperamos RAE acepte, también llamado algarrobo), sin mi pared vertical y mis animalitos. Pero sigo escribiendo cartas de amor que no enviaré, sigo pensando que tengo el súper poder de la invisibilidad y sigo persiguiendo algún que otro animal.


Ahora, acabo de sentir como la lavadora del vecino ha acabado su tarea. 

lunes, 23 de marzo de 2015

Ni eres tú, ni soy yo.


¿Compromisofobia? ¿Cobarders de la pradera? ¿Tullidos emocionales?


¿Qué nos está pasando?


¡¡Compromiso suena horrible, a una cárcel, a que te corten las alas…. Oh dios, a una amputación del miembro libre!!

Hablo con amigas, o para ejemplo ¡ un botón!  Y todas las solteras bordeando los treinta estamos en la misma tesitura….

“Nada, que no quieren compromiso, flor!
 Qué a Laura le ha pasado lo mismo….”

A continuación vamos a enumerar las misteriosas cosas que hacen los “compromisofóbicos” :

  1. Joder! No contestan los mensajes: No, no mires más el whatsApp… Lo ha leído… Tranquila, se ha puesto azul el chirimbolo ese… y ha sudado de contestarte. Acéptalo, contestará cuando le salga del chichinabo… Así que vuelves a cerrar la dichosa aplicación. Pero es inevitable, vuelves a mirar…Y si los astros se alinean…lo pillas en “línea”!! WTF…. Se para tu corazón inocente e iluso… Y de golpe piensas

“ahora me contestará….”

  ¡Ai! Alma de cántaro! Alma cándida!!! ¡¡Bendita inocencia la tuya!!  

“y no contesta”

         Y entras en un estado de ira… de rabia… que puede desembocar en dos  decisiones (decisiones de             las que forever and ever te arrepentirás…)

Decisión 1: Borrar la conversación y bloquear….Que faena… bloquea…desbloquea… bloquea… desbloquea… Que acaba en “un lo bloqueo y lo elimino de la agenda”  Y ale… MUERTO EL PERRO SE ACABÓ LA RABIA. Luego bajas del huracán de ira…. Y te vuelves loca buscando el número por el móvil (como si el móvil… sabiendo y conociéndote lo hubiese escondido en el cajón de “NÚMEROS DE MAROMOS QUE EN UN RAMALAZO DE MALA LECHE HAS BORRADO DEL MÓVIL”….En fin… mala suerte my Darling….

Decisión 2: Amenazas… tiras “pullitas”, indirectas a degüello. Ansiando que el susodicho pille la indirecta, se le reblandezca el callo que tiene por corazón y te responda. Siempre puede haber la posibilidad de una respuesta… pero no esperes una respuesta digna de la mejor novela romántica. Las respuestas suelen ser: ok; valens; estoy ocupado; luego hablamos; que si tía; déjame en paz; como apretas; ya veremos…. Y si la cosa sigue… al final el que te bloquea es él.

(En fin Serafín, seguimos con las pistas compromisofóbicas)

2. Se acuestan contigo y si te he visto… no me acuerdo… Y al poco te enteras que se ha acostado con Fulanita, Menganita. ¡¿¡Oh dios… con Menganita no, que me estas CONTAINER!?! Con Fulanita vale, que es buena tía. ¿Pero Menganita, la lagarta esa?¡ Si es súper fea, tonta de la life! Pero, ¿cómo ha podido? Aiiii dioss…. Espero que yo fuera antes!  Y al final…. La que no se quiere ni acordar, eres tú!


3. No puede quedar porque va a  “no sé qué”. Siempre tiene algo… el “no sé que” puede reemplazarse por:  jugar a tenis, a tomar algo con los amigos, a las motos, al fútbol, a casa de la abuela… A LA MIERDA… Es donde suelen acabar mentalmente todos los “nosequemestascontando”

4. Se disculpan siendo benévolos con frases del  estilo: no eres tú, soy yo;  Te mereces alguien mejor; estoy en un momento de mi vida en que me toca estar solo; no puedo estar contigo ni con nadie más. No lo dudes… ni le gustas, ni le gustaras por más que te pongas como te pongas


Madura, acéptalo, NO LE GUSTAS!! Porque si le gustaras, Menganita se hubiese quedado en un tonteo, hubiera repetido contigo, tendría ese ratito para verte (porque quiere verte, y tu serias su “noséque”) y te contestaría los dichosos Whatsapp, porque sólo cuesta dos segundos de la vida.


La compromisofobia es una cosa, un “noséque” que nos hemos inventado para ocultar la verdad… ¡¡NO MORE LIE, my friend!!

Y tendrás esa charla con tu amiguísima del alma, que para consolarte dirá la dichosa frase:

Es que no sé qué les pasa a los tios… que no quieren compromiso…


Y a la semana, empezaras  a ver fotos del insta, del face o mierdas de estas, dónde el susodicho esta disfrutando de un magnifico weekend con la Menganita… que va a parecer que no era ni tan fea ni tan tonta de la life!




Bona nit MENGANIT @S!!!
Lentejas